23 Jul
23Jul

De vez en cuando llega un nuevo alumno, nos dice que siempre le han interesado las artes marciales, que el Kapap es lo que siempre ha buscado pero, y hay un pero, tiene una lesión y no puede entrenar.

Esto es muy común, muchas personas me dicen que les gustaría entrenar defensa personal, pero que son muy mayores, que son mujeres, que les duele la rodilla, que no pueden caer por una lesión de espalda, que están fuera de forma y ya vendrán cuando se pongan a tono, pero, pero, pero, siempre hay un pero para justificar porque no entrenan en lugar de usar ese pero como una razón para entrenar.

Tienen una idea muy equivocada de lo que es la defensa personal. Piensan que para hacer defensa personal, tienes que ser joven y atlético, que has de estar en perfectas condiciones físicas, pero eso es un error. Porque al fin y al cabo una situación de defensa personal en la vida diaria puede ocurrirle a cualquiera, sin distinciones de ningún tipo.  La pregunta es, ¿de donde han sacado esa idea tan errónea?, es sencillo basan su idea en los deportes de combate, las películas de acción y el bombardeo en redes sociales y youtube de supermaestros que te venden el sistema definitivo, que sólo muestran en su marketing a machacas de gimnasio.

Las personas a través de todos estos medios, ven que los deportes de combate (Boxeo, Mma, Kickboxing, BJJ) están dominados por atletas jóvenes que están en su mejor condición física, y llegan a la errónea conclusión de que esto son características indispensables para poder pelear. Pero ser un luchador profesional no tiene nada que ver con la defensa personal.

Ser un atleta profesional requiere muchísimas horas de entrenamiento, dieta, mucha inversión de dinero y dedicación absoluta. Básicamente uno debe dedicar su vida al deporte. Pero no todos tenemos el tiempo, el dinero o el interés para ser un atleta profesional.

Si, para ser un luchador profesional uno debe estar en el estado físico perfecto, pero para una persona que desea defenderse a sí mismo y  a sus seres queridos, no es necesario.

Lo primero es entender que la defensa personal no es exclusiva de las personas jóvenes, atléticas o fuertes. No importa tu edad, género o condición física, tienes derecho a defenderte (Así lo reconoce el derecho penal también). Pero teniendo ese derecho no quiere decir que sepas como defenderte.

Segundo, los atletas profesionales no están siempre en su mejor forma, se lesionan, se hacen mayores y en determinado punto se retiran, todos pierden la lucha contra el tiempo. Siempre aparecerá alguien más joven y fuerte, porque así es la vida.

Tercero quien crees que tiene más posibilidades de ser atacado? Una persona joven, grande, fuerte y con aspecto de luchador, o un adolescente delgadito?, o una persona son sobrepeso? O una mujer? El agresor tenderá a evitar al tipo joven y duro y buscará una víctima más débil.

Ser una persona mayor, una mujer, ser muy delgado, tener sobrepeso, tener una lesión no son razones para que no te defiendas, todo lo contrario, son las principales razones por las que debes aprender a defenderte, ya que a golpe de vista puedes parecer una víctima propiciatoria para el agresor.

En Kapap Israelí Krav Maga entrenarás defensa personal, aprenderlas que tu edad, sexo o lesiones no son limitaciones. Sólo son condiciones con las que debes aprender a vivir, y que tu cuerpo, una vez has aprendido los principios del Kapap tiene un enorme potencial para poder defenderse, a pesar de cualquier cualidad física o impedimento que poseas.

El objetivo del Kapap es desarrollar la habilidad natural que poseen las personas, hacerlas reconocer sus puntos fuertes y comprender sus debilidades. Un buen instructor de Kapap ayuda a sus estudiantes a desarrollarse, de forma natural, sin elementos prestablecidos, entendiendo la biomecánica del cuerpo y ajustándolo a sus características físicas y personales y a su forma de ser.

Por tanto el alumno no se adapta al Kapap, el Kapap se amolda al alumno, este lo hace suyo y le ayudará no sólo a aprender a defenderse sino a mejorar su estado de forma y de ánimo.

Soy demasiado mayor, soy una mujer, tengo una lesión en la rodilla o en la espalda, esas no son razones para aprender a defenderse. Mejor pregúntate, ¿con mi actual condición física, como puedo usar mi cuerpo para defenderme de la forma más eficiente posible?, y la respuesta es simple. El Kapap te ayudará a encontrar la respuesta.

Como dice el maestro Avi Nardia "Yo pregunto por los resultados no por las excusas"

Buen entrenamiento y os esperamos en nuestros Dojos de Kapap.